Por  M. Marticorena 

Este maravilloso obsequio de la naturaleza es único en el mundo. Ubicado a cuatrocientos metros por debajo del nivel del mar, entre el sureste de Europa y Asia Menor, el Mar Muerto recibe su nombre porque el alto contenido de sales (aproximadamente 35%) que poseen sus aguas imposibilita el desarrollo de vida en ellas. Su concentración salina es más alta que en cualquier otra parte del planeta, por lo que en él flotamos sin esfuerzo alguno. 

 El alto contenido de sal y de minerales como calcio, potasio, silicio, sodio, magnesio y bromo son inmejorables para la piel y la salud. Todo parece indicar que desde épocas inmemoriales el hombre supo encontrar en sus aguas alivio para algunos de sus males. Con un total de 21 minerales, 12 de los cuales no han podido hallarse en ningún otro lugar, el Mar Muerto constituye una riqueza inigualable para la salud; sólo nadar en sus aguas tiene un poder terapéutico que  alivia los dolores reumáticos y activa la circulación sanguínea, además de proporcionarle a la piel una increíble elasticidad. Sus manantiales térmicos y el lodo negro que puede aplicarse en todo el cuerpo son buscados por infinidad de turistas de todo el mundo, que vienen a esta parte del globo buscando además, de distracción y disfrute, salud y bienestar. 

En épocas más recientes la industria de la cosmetología ha sabido aprovechar esos niveles tan altos de sales y minerales. Con el paso del tiempo nuestra piel pierde sus minerales, incrementando los afectos del envejecimiento. Los productos de belleza obtenidos de este mar poseen todos los minerales necesarios para la regeneración de la piel, con el fin de mantenerla fresca y saludable, por ello estos productos son muy eficaces tanto en regímenes secos como húmedos, brindándole a la piel la elasticidad y humedad que necesita. Hoy podemos encontrar las gamas más selectas de productos del Mar Muerto, como jabones, cremas, shampoo, anticelulíticos, cosméticos, etc. 

El lago no tiene otra vía natural de perder agua que no sea la evaporación, y en la actualidad se observa un proceso de reducción alarmante de sus aguas, por lo que los expertos trabajan en buscar el aceleramiento del equilibrio natural que los efectos físicos deben producir. A pesar de ello, los científicos aseguran que el Mar Muerto no morirá, lo que significa una excelente noticia para las futuras generaciones.