Por Robert Hidalgo

Cuando uno es joven le encanta la idea de comprar un carro nuevo, pero a través de los años descu­brimos, después de haber comprado cuatro o cinco vehículos, el gasto innecesario que le ocasionamos a nuestras finanzas. Sin lugar a dudas, la situación cambia cuando esta­mos considerando comprar un bote. La mayoría de las per­sonas piensan que es más conveniente a la hora de comprar una embarcación que ésta sea nueva, porque consideran que es una pérdida de tiempo adquirir un bote viejo o de uso, que por lo general viene acompañado de problemas.

Cuando se estrena un bote la experiencia es bien agra­dable, pero la persona que ha comprado varios sabe que la palabra “sin problemas” no existe. El costo de financiar un bote nuevo por 10, 12 o 15 años no es algo económico, cuando sabemos que el promedio de tiempo para ser propie­tario de uno es de 4 años antes de venderlo. Pero duele mu­cho más cuando tenemos que hacer un cheque para pagarle al banco y nos damos cuenta que debemos más dinero de lo que en realidad vale el bote. Esto puede cambiar nuestra manera de pensar acerca de obtener un bote nuevo. Muchos de nuestros clientes han descubierto que hay bastantes ne­gocios en el mercado de los botes de uso. Una de las ventajas de comprar un bote usado es la gran diferencia en el precio. El restaurar un bote no es un proyecto pequeño. Su mayor inversión consistirá en el tiempo que tomará al hacer las de­cisiones, dibujar planos, pedir estimados y encontrar el taller correcto para hacer el trabajo. Un proyecto como éste va a interferir con sus ganancias, porque si trabaja para alguien o si tiene su propio negocio, va a tener que dedicar muchas horas para lograr el proyecto. Cuando evalúe el presupuesto de un bote usado compárelo con lo que costaría un bote nuevo parecido al que va a restaurar. Esto le ayudará a poner todo es perspectiva. No cometa el error de pensar que va a recuperar su dinero con la compra de un bote nuevo, ni tampoco con uno usado. Un bote no es una inversión, pero sí algo para disfrutar y darle placer a usted y a todos los que le acompañen.